René Lavand perdió su mano derecha en un accidente de coche cuando tenía 9 años, desde entonces pensó que ya no podría hacer más magia en su vida. Suerte que su padre le apoyó y le animó a continuar con el ilusionismo y ahora es uno de los grandes magos con cartas que se puedan conocer en el mundo.
Sentimiento y habilidad se unen en el siguiente vídeo, espero que os guste:
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